Nos abandona Claudio Abbado, maestro de la batuta.
Tras un diagnóstico de cáncer de estómago que parecía sin duda alguna incurable, Abbado ascendía en el podio como la espuma, a pesar de que sus apariciones eran escasas. Se brindó a sí mismo una imagen de director de orquesta inmortal; una imagen que pocos afortunados fueron capaces de disfrutar.
2 Comentarios
Abbado es un referente y es historia. Ver dirigir a Abbado era estar en lo más alto. Nos quedan sus conciertos grabados, entrevistas y escritos. Su figura no desaparecerá por la razón de su inmortalidad como genio creador de la música. Físicamente lo hemos perdido, pero su recuerdo será un permanente acercamiento al Arte que con mayúsculas él supo elevar a unas alturas insospechadas. Los autores recreados por Abbado invitan a la reflexión, y sus seguidores en el mundo permeneceremos con él, siempre.
Para mi el Maestro Claudio Abbado era portador de un gran carisma Humanista , sus interpretaciones que he tenido la oportunidad de disfrutar atravez de DVDs me producen una Paz profunda.
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