Juan Gelman, más allá de las palabras

Conocí a Gelman en Tokio, durante su visita en 2009 al Instituto Cervantes. No hablaba como suelen hacer los laureados poetas. Era una persona cercana. Recuerdo que no habló mucho de poesía sino de cosas aparentemente triviales. Confesó que estaba enamorado de su mujer (también presente), como el primer día. Y  el público  le lanzó muchas preguntas sobre su vida.  Era inevitable dada la terrible historia que le tocó vivir. El día que los militares argentinos fueron a buscarle a su casa, no le encontraron. Se llevaron a sus hijos y a su nuera embarazada. La hija fue recuperada pero su hijo y nuera no. En el año 2000, Gelman  descubre que su nieta María Macarena, de la que estaba embarazada su nuera en el momento del rapto, estaba viva. Gelman  había recuperado hacía pocos años este vínculo perdido. Nos contó que Vivía en México, donde dijo sentirse muy feliz y donde había encontrado amigos que eran hermanos. Parecía sentirse satisfecho y no haber perdido el aplomo, ni la mirada poética.

Pero no fue todo eso lo que me sorprendió. Recuerdo, que al final de la charla, personas que decían no tener sensibilidad para la poesía comentaron como Gelman les había cautivado. Su genio iba más allá de la poesía ortodoxa  y de la palabra escrita. 

CONFIANZAS

se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice

y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán

no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos

ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos

«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe

Relaciones (1973)

Gelman nació en Argentina. Sus padres eran ucranianos y se enamoró de la poesía escuchando a Pushkin. Sus obras más importantes son Violín y otras cuestiones, El juego en que andamos, Velorio del solo, Gotán, Sefiní, Cólera Buey, Mundar u Hoy.

Desde su retiro en Ciudad de México apoyó los movimientos sociales y se mostró critico con los fantasmas de los nuevos tiempos. Un referente para toda una generación.