Jean Cocteau mantuvo una buena relación con grandes artistas del siglo XX como Picasso, Stranvinski y Apollinaire, y se convirtió en uno de los promotores de los primeros conciertos de jazz parisinos.
Cocteau tuvo una vida larga y ajetreada dentro de las artes, a pesar de los excesos con el opio y otras sustancias, reflejado en su ensayo “Opio: diario de una desintoxicación” de 1930.
Su contacto con los maestros del cubismo y su mezcla con la métrica del siglo XVI, convirtieron a Cocteau en un autor de lo más escandaloso. Sin embargo, esta provocación a la burguesía, hace que su obra pierda calidad durante un tiempo, aunque pronto volverá a las singularidades tipográficas de Mallarme y de Rosanrd.
“ Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea".
Jean Cocteau nació en Moinsons-Laffitte el 5 de julio de 1889. Tras el suicidio de su padre, Georges Cocteau, por un disparo en la cabeza en 1898, y el traslado de sus dos hermanos a casa de sus abuelos, su madre, Eugénie Lecomte, se volvió sobreprotectora con Jean y lo ingresó en 1900 en Lycée Condorcet, del que le expulsaron cuatro años después por falta de disciplina. En 1906 ingresó en el Lycée Fénelon, en el que tampoco mostró ningún interés.
Este gran artista comenzó su carrera en la poesía en 1908, y con la ayuda de Edouard de Max, publicó al año siguiente su primera compilación de versos: “La lámpara de Aladino”. En 1909 se trasladó a París, dónde tuvo un affaire con Madeleine Carlie e hizo amistad con Serguéi Diáguilev, gracias a la cual, se introdujo en el mundo del ballet y del teatro.
"Un vaso medio vacío de vino es también un vaso medio lleno, pero una mentira a medias, de ningún modo es una media verdad."
Su primer contacto con Picasso y otros pintores y escritores vanguardistas como Apollinaire, Jacob, Reverdy, Cendrais o Modigliani, llegó en 1916, y en 1917 se estrenó su primer obra de ballet “Parade”, realizado con la ayuda de Picasso y Satie, Manssine y Ansermet. Representación que provocó un gran escándalo.
La idea de todos estos autores era clara: acabar con el ballet clásico, al igual que Picasso había hecho con la pintura. “Parade” cuenta con un sencillo argumento: los intérpretes encarnaban a otros intérpretes que invitaban a paseantes a entrar a un teatro. Sin embargo, los asistentes se lo tomaron como un insulto por su llana línea argumental. Pero la cosa no terminó ahí. Satie acabó en la cárcel tras decirle al crítico Poueigh: “Mi querido amigo, usted es un culo y un culo sin música” y éste denunciarlo por injurias. A pesar de que Satie pasó una semana en prisión, Cocteau tampoco se libró de esta acusación y recibió una paliza a manos de la policía parisina.
"No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría."
En 1919, tras mantener relación con Diáguilev y Stranviski, Jean Cocteau se alejó de la capital francesa y escribió “Potomak, Essai de criquite indirecte”, dónde, a través de textos y dibujos pretendía conseguir una toma de conciencia de todo lo profundo y secreto que rodea a la poesía.
El 12 de diciembre de 1923, la muerte súbita de Raymond Radiguet, el gran amor de su vida, afectó terriblemente a Cocteo, quién llegó a afirmar “Ya no escribiré”, y lo llevó a su afición al opio.
“Mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo”
En 1924 se estrena como ensayista con “Thomas el impostor”, dedicado a Picasso. En 1927 se proclama como gran dramático gracias a su obra “Antígona”, que tiene como inspiración los mitos clásicos.
En 1928 vuelve al mundo del ballet con “Les mariés de la Tour Eiffel” y “Edipo Rey”, acompañado de la música del gran compositor ruso Stravinski. Durante su obra, Jean Cocteau volverá a tocar esta disciplina artística de forma intermitente con títulos como: “El águila de dos cabezas”, “Mon premier voyage” o “Maalesh”
En 1929, durante su estancia en la clínica de desintoxicación de su adicción al opio, publica “Los niños terribles”, que constituye su obra novelística más famosa dónde un incesto entre hermanos caprichosos e insoportables ejercen una fuerza especial a quienes se acercan a ellos, que finalmente termina en suicidio.
Tras la guerra, Cocteau realizó su primera película en el cine experimental, “Sangre de un poeta”, y dos años más tarde, su film más famoso “La Bella y la Bestia”, escrita para Marais, y que no llegó a estrenarse hasta 1946. La relación con este joven actor levantó fuertes críticas, que contrarrestó en sus ensayos contra la homofobia. Marais actuó en varias de las siguientes películas de Cocteau, “Edipo Rey”, “El águila de dos cabezas” y “Orfeo.
El 3 de marzo de 1955, Cocteau fue elegido miembro de la Academia francesa y en 1957, se convierte en miembro honorario del Instituto Nacional de Artes y de Letras de Nueva York.
"Hay tres cosas que jamás he podido comprender: el flujo y reflujo de las mareas, el mecanismo social y la lógica femenina."
Jean Cocteau murió el 11 de octubre de 1963, con 74 años, por un infarto al corazón. Su casa está abierta al público y conserva una gran colección de obras de este famoso artista.
"Que comprenda quien pueda, soy una mentira que dice siempre la verdad."
Cocteau influyó en cineastas tan famosos como François Truffaut, quién afirmaba: “Cocteau era de un cinismo muy especial, a base de magnanimidad (...). Era amable con todos y esperaba que lo fueran con él"
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