NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS

Nuevo Real Decreto que actualiza el canon existente para los préstamos en bibliotecas públicas

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Biblioteca publica


Mucho se ha hablado últimamente de la nueva directiva que graba los préstamos en las bibliotecas públicas. La medida es controvertida ya que actualmente y bajo la Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas del año 2007 ya se paga un canon, además de los derechos de autor que se pagan al comprar cualquier libro que esté sujeto a dicho derecho. No hay que olvidar que la labor de las bibliotecas es ofrecer un servicio público sin ánimo de lucro, con el fin de ampliar y hacer llegar a toda la sociedad la cultura en el ámbito literario y de publicaciones escritas con los diferentes servicios que presta (actualmente también cuentan con fondos audiovisuales, archivo y su labor como custodia de libros descatalogados). Uno de los problemas del decreto es la falta de acotación, ya que se engloban todos los libros destinados al préstamo sin tener en cuenta que muchos de ellos ya no están bajo la ley de derechos de autor, que muchos autores deciden ceder esos libros sin cobrar derechos a las bibliotecas e incluso las donaciones de particulares que no entrarían dentro de la partida de libros adquiridos. Pero el mayor problema es que el dinero recaudado no va a parar a los autores, sino que irá a parar a las entidades de gestión de los derechos de autor. Obviamente, no todos los autores son miembros de estas entidades ni estas les representan. Estamos hablando de la famosa SGAE, CEDRO, VEGAP Y DAMA.


Como dijo el profesor Pedro López López en su artículo publicado en Nueva Tribuna "En primer lugar, lo que las entidades de gestión pretenden es que los autores les cedan sus derechos para cobrar en su nombre. Pero hay miles de autores que no están afiliados a ninguna entidad ni desean estarlo, e igualmente tampoco desean cobrar por el concepto de préstamo de sus libros en bibliotecas. Es mi caso, sin ir más lejos, que ni mucho menos es excepcional. Soy profesor universitario y, como es lógico, una parte de mi trabajo lleva a escribir artículos y libros. Percibo un sueldo por mi trabajo y tengo la suerte de no necesitar rebañar una cantidad que en todo caso sería ridícula y ni de lejos me proporcionaría un sueldo, ni tan siquiera un complemento medianamente digno. En mi caso, si cobrara 100 euros anuales (tanto por libros que he escrito o coordinado como en concepto de fotocopias de artículos que he podido escribir) ya sería mucho. Se comprenderá que con esto no vive un autor, ¿verdad? Pues bien este es mi caso, pero también el de miles de profesores universitarios(hay más de 100.000 en nuestro país) y de enseñanzas medias (también unas cuantas decenas de miles), que nos sentimos suficientemente retribuidos simplemente con que nos lean colegas,alumnos o ciudadanos interesados, sin necesidad de arañar unos pocos euros que perjudicarán inevitablemente a los miserables presupuestos asignados a las bibliotecas". "Y este es el sentido de las licencias creative commons utilizadas ya por muchos autores que no desean una explotación comercial, y menos de terceros, en la difusión de sus conocimientos. Es un planteamiento con el que incluso están de acuerdo algunos editores".


En cuanto al ámbito de actuación quedan fuera de la normativa las bibliotecas de centros docentes y de municipios con menos de 5.000 habitantes (muchos de los cuales no tienen biblioteca) y los bibliobuses. El problema para el resto de bibliotecas es que el canon afecta directamente a sus presupuestos. Si bien las partidas presupuestarias para la adquisición de nuevos libros han ido menguando los últimos años (según la Estadística de Bibliotecas del INE, en 2012 las bibliotecas públicas gastaron cerca de 41 millones de euros en nuevos fondos; 52 millones en 2010 y 64 millones en 2008), esta circunstancia hará que tengan que destinar una cantidad a parte para pagar el canon, algo que para una ciudad como Valladolid, con más de 309.000 habitantes, supondría un gasto de 6.000 euros al año.


El problema dentro de la biblioteca sería recatalogar los libros según sus características de préstamo: hay libros que no se pueden sacar de la biblioteca; los libros que se consulten o lean en la sala de lectura no están grabados con el canon pero una vez que salen de la biblioteca, sí; libros clásicos que ya no están sujetos a las leyes de derechos de autor; autores que ceden sus obras de manera gratuita; libros donados por particulares; si se presta a un usuario con discapacidad, etc. Este último punto sobre la discapacidad también es controvertido la que la ley dice que no se aplicará el canon si el tema del libro tiene relación directa con la discapacidad, algo complicado de saber, a la vez que absurdo y vergonzoso de preguntar. A simple vista el canon no afecta directamente a los usuarios de las bibliotecas, pero aunque no implique cargas económicas para el ciudadano este se ve afectado en la disminución de la calidad del servicio y de los fondos asociados al presupuesto menguante.


Otro problema que plantea dentro de la misma organización de la biblioteca es la catalogación de sus obras y la informatización de sus ficheros y sistemas de préstamos. La Estadística de Bibliotecas del INE de 2012 indica que de las 4211 bibliotecas públicas existentes en España -las realmente afectadas por el real decreto-, sólo 2967 tienen automatizado el servicio de préstamo y 1216 son las que tienen informatizadas la gestión de adquisiciones; por lo que el 29,54 % que no tienen gestión informática tendría que invertir otro tanto de su presupuesto en poner al día sus sistemas para garantizar el pago del canon.


A modo de resumen podemos tomar estos diez puntos del Profesor de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Salamanca José A. Merlo Vega publicados en su blog:


1. El sistema es injusto, porque cobra por promover la cultura.
2. El sistema es inadecuado, porque no beneficia a los autores.
3. El sistema es ilícito, porque permite recaudar sin derechos.
4. El sistema es arbitrario, porque no se ajusta a indicadores reales.
5. El sistema es antisocial, porque resta financiación a un servicio público.
6. El sistema es erróneo, porque se basa en planteamientos falsos.
7. El sistema es absurdo, porque penaliza a quienes mejor hacer su trabajo.
8. El sistema es desproporcionado, porque vuelve a cobrar por derechos ya pagados.
9. El sistema es insidioso, porque se establece con intereses particulares.
10. El sistema es pernicioso, porque ataca a las bibliotecas públicas.




Plataforma contra el canon noalprestamodepago.org donde encontrar más información y artículos relevantes.

      

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