La muerte de Marilyn Monroe: ¿suicidio o asesinato?
La trágica muerte de la rubia más sexy de Hollywood, Marilyn Monroe, es uno de los interrogantes aún sin responder más polémicos entre la opinión pública. La posibilidad de que su muerte no fuera un suicidio, sino un asesinato premeditado cuenta con una larga lista de suposiciones y teorías sobre qué es lo que sucedió en realidad aquel 5 de agosto de 1962 en Brentwood, California.
A esta larga lista, y ocupando el número 9, se suma el libro titulado ‘El asesinato de Marilyn Monroe: caso cerrado’, escrito por los periodistas Jay Margolis y Richard Buskin. Esta vez el sospechoso es el ex senador Robert Kennedy, hermano del ex presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy.
· Romances secretos·
Es innegable que la actriz más deseada del momento mantuvo un romance con John F. Kennedy y después con su hermano Robert. Según las declaraciones y confesiones que con los años han salido a la luz, la relación y posterior ruptura de John Kennedy con Marilyn Monroe supuso un giro fatídico para el estado anímico de la actriz. A ello se sumó también la ruptura con Robert Kennedy. Movida por el dolor, la propia actriz amenazó con desvelar públicamente detalles que no beneficiaban la imagen política de ambos hermanos. Éste, según los autores del libro, es el principal móvil para que Robert orquestara el asesinato de la actriz en su casa de California.
· Información
privilegiada ·
Muchas han sido las especulaciones sobre la muerte de Marilyn Monroe, ya que la ingesta de barbitúricos por parte de la actriz sólo fue la venda para tapar un sinfín de interrogantes que aún no están esclarecidos. Amigos cercanos de la actriz confesaron que Marilyn presumía de tener información privilegiada que no dudaría en utilizar si sólo la consideraban “un pedazo de carne”. La condición de sex symbol que la industria le había impuesto y la proliferación de ofertas de trabajo donde se destacaba cada vez más su papel de ‘rubia tonta’ en el cine, no ayudaron a levantar la autoestima de Marilyn.
Confesiones de una mujer que se iban reflejando en el ‘diario rojo’, un librito que Marilyn siempre llevaba consigo y guardaba bajo llave, y en el que reflejaba apuntes cuotidianos y detalles de suma importancia que podían convertirse en una peligrosa arma. Dicho diario desapareció la noche en la que Marilyn murió, habiendo sido forzado el archivador en el que se guardaba. ¿Coincidencia?
·
Irregularidades en la investigación ·
Y ¿por
qué se sospecha de la versión oficial de los hechos sobre la muerte de la
actriz? Son muchas las irregularidades e
impedimentos que se cometieron durante la investigación (¿del crimen?). Aunque
los autores apuntan a Robert Kennedy, éste solo fue el cabecilla de un plan que ejecutó el propio psiquiatra de
Marilyn Monroe, el doctor Ralph Greenson. Se trataba de una persona muy
influyente en la actriz, e incluso llegó a decir una vez: “puedo hacer que
Marilyn Monroe haga lo que yo quiera”.
Una de los testimonios con los que cuentan Margolis y Buskin para establecer su teoría sobre la muerte de la actriz es la del conductor de la ambulancia que acudió al lugar de los hechos. James C. Hall confesó haber visto al doctor Greenson inyectar directamente en el corazón de la actriz una dosis, posiblemente mortal, de pentobarbital sin diluir. De ser cierto, explicaría por qué la autopsia hecha al cuerpo de Monroe no vio restos de barbitúricos en el estómago. Por el contrario, lo que sí que se vieron fueron moratones en los brazos, lo que indicó signos de resistencia ante un ataque violento, y señales que revelan que el cuerpo fue movido de un sitio a otro en casa de la actriz.
A esto se
añaden informes policiales que
contradecían las pruebas forenses, un listado incompleto de las llamadas
realizadas por Marilyn ese mismo día o
análisis toxicológicos que no se llevaron a cabo. Un suma y sigue que se
apoya en otros callejones sin salida, como la confesión por parte del empleado
de Marilyn, Norman Jefferies, en la que aseguraba haber visto a Robert Kennedy y a otros dos hombres entrar
en casa de Monroe una hora antes de que se encontrase su cuerpo sin vida.
Con todo, y aunque Margolis y Buskin anuncien un ‘caso cerrado’, parece que se ha vuelto a dar respuesta a unas lagunas que podrían no esclarecerse nunca y que, seguro, sirven de material para una décima versión sobre si Marilyn Monroe fue asesinada o se quitó la vida.
4 Comentarios
los asesinos a sueldo son el pan nuestro de cada dia tanto los pague un presidente de alto estandi como un capo de la maldita droga o un indigente de la calle con dinero.
A mi me parece que aunque pasen muchos ańos si no está clara su muerte se merece que se esclarezca...y ya esta bien de que hablen mal de ella....
A mi me parece que aunque pasen muchos ańos si no está clara su muerte se merece que se esclarezca...y ya esta bien de que hablen mal de ella....
Marilyn Monroe no fue asesinada por orden de Robert Kennedy. Ambos hermanos eran más que poderosos y, por ende, no necesitaban mandar a matar a alguien para silenciarlo. No existe registro, documento o testimonio fiable alguno que sustente que Bobby fuera amenazado por la actriz con convocar a una conferencia de prensa. De hecho Marilyn no era amenazadora y no existe tampoco una declaración de prensa, a lo largo de su corta vida, en la que haya hablado mal de alguien. Incluso de Joe DiMaggio, quien le pegaba. Y el doctor Ralph Greenson era lo suficientemente inteligente como para no administrarle una inyección letal a su gallina de los huevos de oro, es decir a MM. Más cuando Marilyn se encontraba permanentemente al cuidado de la dama de compañía contratada por él. En el informe de la autopsia no figura la costilla rota que refieren Buskin y Margolis en su libro. El nombre de la ama de llaves es Eunice Miller y no Eunice Murray. Marilyn falleció a causa de una lavativa –desde los dieciocho años era adicta a este procedimiento-, reforzada con barbitúricos. Es decir, por una sobredosis involuntaria. Jorge Ferraro
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