¿Quién teme a la digitalización? Apuntes sobre la Nueva Ley de Propiedad Intelectual
Mientras las reformas se queden en el
endurecimiento de las leyes que
penalizan las páginas de descargas, no avanzaremos en el largo e irreversible
camino que Internet abre.
Las reacciones a la ley "LaSalle" reflejan la existencia de un enardecido debate entre los defensores del derecho de autor más tradicional y aquellos que consideran que hay que abrir los horizontes con vistas al futuro. Así, han surgido las últimas alternativas al copyright que ofrecen a los autores diferentes modos de expresarse y compartir su obra. Algunas de estas opciones son las licencias Creative Commons y el Copyleft. Si la revolución de internet puede significar algo parecido a la aparición de la imprenta pretender poner limites al campo no será efectivo a largo plazo. Todo apunta a que en el futuro convivirán las diferentes formas de autoría.
LaSalle es una ley que asfixia a entidades y ciudadanos y que dista de solucionar una
crisis que hunde sus raíces profundas más allá de las páginas de descargas,
una realidad hacia la que pocos quieren mirar.
¿Quién
teme a la digitalización? El ejemplo de Noruega
Los
límites de los derechos de autor son discutidos, violados, traspasados,
repensados y creados a diario. Parece que no hay el suficiente consenso entre
la sociedad y los gestores de los derechos. Que hayan surgido licencias como el Copyleft y Creative Commons es algo sintomático. Una alternativa a la
explotación capitalista de los contenidos.
Pero
parece que hay un país que no tiene tantos problemas en dar a cada uno lo que
le corresponde y alcanzar un consenso. Noruega pone a la disposición de sus
ciudadanos toda la literatura del país hasta el siglo XX gratis. Es cierto que
no es un paraíso cultural, tiene sus limitaciones. Solo se puede acceder desde
Noruega, no se pueden descargar ni imprimir todos los libros. Lo importante es
que existe un acuerdo entre las partes.
Esto
pone de relieve que no hay que temer tanto que la literatura digital se devore
a la física ni que signifique necesariamente que el negocio editorial se venga
abajo. ¿Pero por que tiene tanto miedo este sector? El proyecto de Noruega
entra en la vaca sagrada del Copyright, se podrá acceder contenido protegido
por copyright. Me maravilla este pacto que ha sido posible gracias al modo en
que los países nórdicos gestionan los derechos de autor y ceden poderes a
organizaciones que firman acuerdos colectivos.
¿Alguien
imagina un pacto así en otros países? Consenso.
2 Comentarios
Tiempo al tiempo habrá que esperar. La historia muestra que los cambios en las pautas culturales, sociales y económicas paulatinamente son transformadas a la par de las tecnológicas. Normalmente hay un asincronismo imperante que puede llegar a varios siglos de atraso. Siempre hablando de construir un presente mejor. Actualmente, a fuerza de un conservadurismo rapaz, padecemos el primitivo sistema económico de propiedad, dominación y explotación. Que es elevado a santo grial adjudicándose los logros de la ciencia y la curiosidad humana. Produciendo muerte y guerra a su paso de odio, racismo, codicia y egoísmo. Lentamente fue contaminando la esencia de la que estamos hechos, nuestra motivación hacia el mundo exterior, la voluntad de crear, construir, socializar y convivir con el prójimo. Lamentablemente de esto no se sale sin antes una guerra nuclear.
El gran problema es que la digitalización aplaza o enturbia una discusión original, que es la de la propiedad. Creative Commons y Copyleft no erradican la idea de propiedad en sí, sino que establecen las normas para que la propiedad intelectual, la propiedad de la información, sea distribuida de manera flexible, acorde al contexto digital, pero nada más.
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