Preguntas sobre la Gala de los Goya y la industria del cine español

El evento cinematográfico con más visibilidad y proyección es la ceremonia de entrega de los Premios Goya.  Sin embargo la Academia lleva tiempo recibiendo críticas, y aunque desde la gala se lancen mensajes a los políticos por la subida del IVA cultural  y por ausencias que no se justifican, la poca autocrítica que demuestran año tras año hace flaco favor a la industria.

Este año tuvimos una gala repetitiva y monótona en la que las mismas películas eran mencionadas  una y otra vez con motivo de su nominación. Si, seguramente mucha gente las verá tras recibir los premios pero ¿Qué pasa con el resto, con las pequeñas películas, las que se ruedan con menos presupuesto, las que no incorporan gente que lleva más de diez años en la tele y el cine, las que se pueden ver en las plataformas de internet?

¿Qué sentido práctico para el negocio  tiene que sean unas cuantas películas las que acumulen casi todas  las nominaciones?

Mientas González Macho se queja de la piratería, olvida que fomentar una cultura saludable del cine pasa por más caminos de los que está tomando la academia. ¿Será que ésta se ha alejado de los ciudadanos? ¿Para qué quiere la sociedad una institución que no presta atención a los espectadores, a lo que quieren y en qué formato?

¿Será, como dijo Alex de la Iglesia, Internet la salvación del cine español? No lo sé, pero no mirar a un sector creciente de este, que no es el futuro si no el presente  de la industria, es un síntoma de que algo no anda bien. Es un sector que necesita, apoyo y visibilidad, sobre todo si queremos cambiar la cultura de piratería  y caminar hacia un consumo responsable.

A todo esto se une la insuficiente distribución de muchos trabajos que solo pueden lucirse en internet. Por ejemplo La jaula de Oro, que en internet está teniendo éxito y en salas fue difícil verla, incluso en Madrid.

En definitiva, no  queda representada la realidad del cine español, de trabajo de la variedad y de los modelos. No estaría de más que responsables de todo esto se preguntara como hacer frente a la crisis del sector sin mirarse tanto el ombligo. Preguntas, muchas preguntas. Aumentar la competitividad del cine y mejorar las políticas culturales es cosa de todos.