TRABAJOS FEMENINOS DE GRAN VALOR, JUANA MILLÁN

La Biblioteca Nacional de España adquiere el primer libro impreso por una mujer

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imprenta

Además de ser la primera mujer que aparece como impresora en España, Juana Millán es uno de los primeros nombres en la historia de la imprenta zaragozana del siglo XVI: sólo la preceden Jorge Coci, Leonardo Hutz y su marido Pedro Hardouyn. Sólo existe información de otra mujer con actividad anterior a la de Juana. Se trata de Inés Ruiz, trabajó en Sevilla en torno al año 1527, pero no hay ninguna impresión en la que aparezca su nombre.


Las mujeres y la imprenta

Prácticamente desde la aparición de la imprenta, encontramos mujeres implicadas en el proceso. Sin embargo su presencia en la historia no ha sido suficientemente reconocida.  La mayoría de estas mujeres eran viudas e hijas de impresores que heredaron el negocio familiar. Es el caso concreto de Juana Millán. En 1536 fallece su marido y ella asume y retoma el negocio. Lo mismo sucede con Jerónima Gales o Catalina Barrio.  Sin olvidarnos de las viudas de Ibarra y de Pradell, entre otros ejemplos.

 En la exposición  Unseen Hands: Women Printers, Binders, and Book Designers (Princeton University, 2003) Rebecca W. Davidson demostró que las monjas del convento de San Jacopo di Ripoli en Florencia, trabajaban como impresoras en 1476.

Si seguimos en Italia concretamente en Mantua, descubrimos a Estellina, mujer del impresor Abraham Conat, encargada de hacer el libro hebreo Behinat´ olam.

 Ya en el siglo XVIII encontramos a la viuda de Bodoni, Margherita Bodoni, que sacó a la luz el Manuale Tipográfico legado fundamental de su marido.



manualetipografico


En la Francia de comienzos del siglo XVI, encontramos a Guyonne Viart, viuda de Henri Estienne, quien se hizo cargo de la imprenta que había fundado su esposo en parís en 1501. Sin olvidarnos de Iolande Bonhomme, hija de Pasquier Bonhomme y mujer de Thielman Server, asumió la dirección de la imprenta a la muerte de éste en 1522.

 Sin embargo, a partir del siglo XVIII, las mujeres comenzaron a ser excluidas de los procesos de aprendizaje. Se argumentó, entre otras razones, que no era un oficio adecuado para ellas por su peligrosidad, dada la toxicidad del plomo y su  debilidad física.  Fueron relegadas al desempeño de tareas mecánicas como pulir las imperfecciones, coser encuadernaciones o doblar las hojas de papel una vez impresas.

En 1859, la Society for Promoting the Employment of Women, creada en Langham Place (Inglaterra) puso en marcha una serie de proyectos de formación para mujeres en aquellas profesiones de las que habían sido excluidas; entre esos proyectos destaca la Victoria Press, una imprenta fundada en 1860 por Emily Faithfull  integrada por mujeres  y concebida con el objetivo de que adquirieran competencia en dicho oficio. 

La iniciativa se encontró con la oposición del sindicato de impresores. No obstante, continuó en activo durante veinte años, entre sus logros  la publicación Victoria Magazine (35 volúmenes) dedicada a defender los derechos de las mujeres.



victoria

En estos días…

El tiempo siempre pone todo en su lugar. En los últimos años están saliendo a la luz trabajos femeninos de gran valor.  En suma, con la adquisición de la obra de Juana Millán, la BNE contribuye al conocimiento del papel desempeñado por las mujeres en el desarrollo de la imprenta en nuestro país.

 

 

      

1 Comentarios

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UN PEQUEÑO COMENTARIO: Ahora sí que, como dice el chiste, ¿y cómo se llamó la obra?

escrito por Daniel 30/ago/13    03:27 h.

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