La moda de David Lynch

El brote de creatividad es una constante en él, tanto que su actividad artística ha invadido variopintas disciplinas: pintura, música, libros, publicidad, fotografía, diseño de mobiliario y sí, hasta de ropa. De hecho, no es la primera vez que el polifacético David Lynch se sumerge en el mundo de la moda. Pero sí, y de momento, la última...

- El David Lynch más espiritual -

De sobra es conocido entre sus adeptos la férrea relación que David Lynch mantiene con la Meditación Trascendental. Es, sencillamente una de las muchas estrellas que conforman la larga lista de discípulos de esta técnica. 

O tal vez no, porque tal es su devoción que se dice que Lynch pudo pagar 1 millón de dólares por participar en un curso impartido por Maharishi (el giggling gurú o líder espiritual). E incluso llegó a amenazar a David Sieveking cuando, tras encontrarse con él y filmar el documental "David wants to fly", éste acabó por convertirse en una crítica a la Meditación Trascendental. 

Pues bien, visto así no puede ahora sorprendernos que el director de cine haya aceptado la colaboración con la firma Live the Process. Firma que se define como "una guía al bienestar y a la salud holística de un grupo de expertos en belleza, fitness, meditación, nutrición, terapias energéticas y física cuántica, vista desde un lente modernista". Y tal alienación ha traído como resultado el lanzamiento de una colección de ropa deportiva, inspirada precisamente en estos cánones. Pero lo mejor de estas 6 piezas de tops y leggings es precisamente, que parte de las ganancias que se consigan con su venta irán destinadas a ayudar a víctimas de abusos.

A ellas se les enseñará a meditar como forma de vencer el estrés postraumático y las secuelas que tal atropello les hubiera podido causar. 

- Otras irrupciones en el mundo de la moda  -

Su salto a esta vertiente llegó de la mano de Christian Louboutin en 2007. Con el icónico francés que hizo de las "suelas rojas" su bandera, diseñó una exclusiva colección de zapatos que formarían parte de una exposición para la Fundación Cartier en París. Acompañando a las muestras aparecían fotografías de los mismos, como aditivos a los encriptados códigos de fantasía y fetichismo que invadía a los modelos. 

Un resultado, sin duda excepcional, y que ha dado pie a una nueva colaboración. En este caso, con la realización de un vídeo promocional para el lanzamiento de un nuevo producto de la casa francesa: la laca de uñas roja que, al poco de salir a la venta estuvo agotado. Curioso así que con estos datos poca promoción necesite. Pero al tratarse del primer artículo con el que el diseñador estrena y presenta su línea "beauty" no han querido escatimar en nada. Y, por contra, se alían con David Lynch para crear un vídeo onírico capaz de hacer sombra a lo sublime que pueda ser el objeto de promoción. 

Hace relativamente poco, en 2014, volvió a lanzarse a colaborar en esto de la moda. De la mano ahora de Kenzo y de la transgresora revista fotográfica Toilet Paper, David Lynch volvía a asegurarse el éxito. El resultado de tal maridaje artístico no fue en esta ocasión otro que la campaña Otoño Invierno de 2014.