Coachella, el negocio de la moda y las celebrities
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Maria Escolar |
domingo, 13 de abril de 2014, 12:25
A estas alturas de la película pocos son los que no hayan tenido un ojo puesto en el otro lado del charco. Si de otro festival de música se tratara lo propio sería tener, más que la mirada, los oídos. Pero no, para bien o para mal, en Coachella de todos es sabido que no sólo el sonido es el protagonista. Basta teclear estas 9 letras hoy en Google para ser testigos de un despliegue de noticias más cercanas a las tendencias que a una comunicación propiamente musical. Es más, tanta es la fiebre esparcida cada año por el famoso festival que durante el mes de abril acontece en el condado de Riverside (California), y tantos los famosos que la respaldan, que a veces molesta y mucho que el público asistente y sus clamorosos atuendos preparados para un intenso calor, copen más atención de la debida, llegando a ensombrecer incluso al logrado y variopinto despliegue sonoro (184 actuaciones este año), que ocurre sobre cualquiera de sus 6 escenarios.
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- El Coachella de las firmas de moda, un negocio apto para celebrities -
Parte responsable de esto la tienen las marcas, que desde hace años acuden en masa para participar en esta competición por ser tendencia y captar a aquellos que las marcan. También de sobra conocidas son las fiestas que éstas organizan en los espacios colindantes al desierto del Coachella Valley, y numerosas las celebrities o aspirantes a serlo que se pelean por estar en ellas presentes. Todo sea de paso dicho, forman así el otro calendario de eventos que se maneja y mueve en el ámbito del loado festival.
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Sin embargo, este año mucha de la atención mediática la ha copado el despliegue de cifras que se baraja cobran ciertas personalidades por acudir a Coachella, vestidas de una u otra firma. En este sentido, nos remitimos a los artículos publicados estos días por la revista Time o el diario también norteamericano New York Daily News. Según este último, féminas como la actriz y cantante Lea Michele podrían haber llegado a cobrar la cuantiosa valía de 20.000 dólares por usar ropa de la firma Lacoste para acudir a dicho evento. Una amplia lista que se completa con nombres como el de Vanessa Hudgens (15.000$ de McDonald's), Kate Bosworth (30.000$), y hasta presentadoras más "asequibles" como la británica Louise Rose quien se conforma con 5.000$ y tres pases VIP estimados en 799$ cada uno.
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Una auténtica suerte para un festival que ya de por sí resulta poco accesible para el común de los mortales: el abono normal tiene un precio de 375 dólares (esta edición se han vendido alrededor de 90.000), a los que habría que sumar al menos los 85$ del camping, y otros 60$ si quieres coger el autobús que se encarga de trasladarte por los distintos recintos presentes en el mismo.
Centrándonos ahora en las casas de moda, en esta edición los nombres que más han sonado han sido los de marcas como Old Navy, Lacoste, H&M, Teva, Adidas, Guess y el concepto multimarca que engloba Opening Ceremony, por algo patrocinadoras del evento.
También lo son revistas como Harper's Bazaar, Nylon, Filter, Flaunt y Details, quienes tienen en sus manos el poder de hartarse a fotografiar a los asistentes y cubrir páginas y páginas del bien avenido, y tantas veces cansino, street style.
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No menos llamativas han sido las 9 carpas instaladas por Sephora. Nueve auténticas estaciones de belleza distribuidas por los jardines del Coachella Valley para que los y las asistentes hayan podido lucir siempre perfectos. Porque aquí poco o nada está expuesto a los caprichos del azar y la casualidad.
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Ármense de paciencia porque, una vez clausurada la edición de 2014, comienza el tan habitual como descomedido despliegue de publicaciones alabando el estilo boho-hippie (eso sí, siempre muy chic) que se ha impuesto estos días, de imágenes y minuciosas descripciones de los atuendos con los que parte de este público se ha exhibido, recomendaciones para que los demás luzcamos igual de impolutos en los festivales venideros, y colecciones de aquellas firmas que, si bien no se apresuraron antes a lanzar una línea de ropa bajo este pretexto, lo harán ahora.
Y entre tanta bravata, ¿qué espacio queda para la música?
Al menos, para el común de los comunes de los mortales -que desde el otro lado del charco vemos el festival a las horas intempestivas en las que nos coincida y en el mejor de los trajes de noche, que en mi caso y seguro en tantos otros bien puede ser una humilde camiseta también muy boho-hippie que haga las veces de pijama-, existe un canal en youtube donde podemos participar del reclamo y motivo principal de tal evento, sus conciertos. Acudir a ellos cuantas veces queramos gracias a sus retransmisiones, y lo mejor, de forma totalmente gratuita:
http://www.youtube.com/user/coachella
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