Sabina: yo no habría pasado los castings del Ayuntamiento de Madrid y Bob Dylan tampoco

Los recientes castings llevados a cabo por el ayuntamiento de Madrid para escoger a los artistas más  cool para sus calles no son un acto inocente, ni mucho menos. La calle siempre ha sido el lugar del músico, del contacto con la gente, de la espontaneidad, de la creación y la libertad. Resulta curioso que ahora un ayuntamiento empequeñecido por su mala gestión intente poner límites a esta práctica que desde Nueva Orleans a Bamako, pasando por Berlín ha sido caldo de cultivo de cultura y formas de vida.

Si Nueva Orleans es la cuna de la música tal y como la entendemos hoy  está muy relacionado con el hecho de que es un lugar donde la música suena en la calle, donde los músicos no pasan un absurdo casting para compartir lo que quieran con quienes quieran. Y allí no solo cantan los más  guapos, los más modernos o los que mejores instrumentos llevan, allí todos tienen un lugar y es cosa de cada un gestionar su diversión y saber a quien se acerca.  La palabra en inglés para designar a las personas que practican este arte es el busking que viene directamente del castellano; buscar. Muchos artistas que no habrían pasado el casting conquistaron la gloria años después: empezando bailando en la calle Josephine Baker, Tracy Chapman, Violent Femmes o Rod Stewart.

¿Y por qué ni Sabina ni Dylan habrían pasado la prueba? La respuesta es muy sencilla si prestamos atención a sus letras y canciones de origen, por eso querer cortar el cordón umbilical de la música en la comunidad es un error, pero muy bien pensado para secar nuestras mentes. Y es la comunicación y el aspecto colectivo de la música lo que quieren acotar, medir, como lo hacen con el consumo cultural, tal y como dice Juan José Millas en este artículo. http://cultura.elpais.com/cultura/2013/12/25/actualidad/1387989932_163299.html

 ¿No puede ser una forma más de acercarnos al Consumo Cultural y alejarnos de la Cultura? Que cada uno se responda a si mismo.