Terry O´Neill, "El rostro de las leyendas"
Se trata de sesenta y dos fotografías, en blanco y negro y color, en
las que retrata a célebres personajes desde los años 60. Con su inseparable 35
mm ha fotografiado y dado a conocer a múltiples actores, grupos de música y
personajes del mundo de la cultura y la política. Por ejemplo, fue el primero
en retratar a los Beatles o a los
Rolling Stone, a todos los actores que encarnaron a James Bond, actrices de la belleza de Elizabeth Taylor y Ava Gardner, cantantes como Elton John, David Bowie y Frank
Sinatra, al que fotografió durante tres décadas o a su favorita, Audrey Hepburn.
Los comienzos de O´Neill
como fotógrafo fueron fortuitos, sacando una instantánea del ministro de Asuntos Exteriores británico
mientras echaba una cabezadita en el aeropuerto de Londres. A partir de ahí, el
joven que quería viajar a Estados Unidos y ser músico, se convirtió en fotógrafo
de referencia junto a Terence Donovan y David Bailey.
Los tres principios que O´Neill destaca para ser un buen fotógrafo son “ser invisible, tener paciencia y saber combinar la discreción y las relaciones públicas”. Un saber hacer que él llevó al pie de la letra, conviviendo en la sombra con sus retratados para captar su esencia de manera natural. Con algunos de sus retratados tuvo una relación más estrecha, como con Faye Dunaway con la que llegó a casarse, o simplemente de fotógrafo- artista, como con Frank Sinatra, al que retrató durante treinta años sin llegar a ser amigos.
Una pequeña parte de su
obra se puede disfrutar ahora en la Fundación Telefónica, ya que durante su
trayectoria Terry O’Neill ha atesorado más de dos millones de negativos.
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