Banksy ve desaparecer otro de sus graffitis en Londres

Responsables del Ayuntamiento londinense se están echando todavía las manos a la cabeza después de que decidieran eliminar un graffiti de Banksy por considerarlo racista.

En concreto, se trataba de un cable eléctrico en el que se posaba un grupo de cinco palomas que parecían increpar a un pájaro exótico. Hasta aquí todo bien, pero las pancartas que portaba el grupo de palomas hizo que se le tachara de racista. Y es que en ellas se podían leer los siguientes mensajes “los inmigrantes no son bienvenidos”, “Vuelve a África” y ”Aléjate de nuestros gusanos”, muy en la línea satírica del grafitero de Bristol, quien reveló en su web la autoría de la obra.

Según declaró un portavoz del Ayuntamiento de Londres, el dibujo no había gustado y se decidió eliminarlo tras recibir una queja de que era racista y ofensivo.

Una vez eliminado y después de que los responsables se enterasen que había puesto fin a una obra valorada en 400 mil libras (unos 500.000 euros) lamentaron su acción, sobre todo, después de ver que podría haber sido un gran reclamo turístico, como todo lo que gira alrededor de misterioso artista. Por ese motivo se han disculpado con Banksy y le han invitado a que haga otro “original adecuado” en cualquiera de sus paseos marítimos.

El mural se encontraba en el distrito de Clacton-on-Sea, un antiguo enclave vacacional en decadencia, en el que el pasado día 9 tuvo lugar una elección parcial después de que el diputado del Partido Conservador que representaba a esa zona en la Cámara de los Comunes, Douglas Campbell, dimitiera para afiliarse al Partido de la independencia del Reino Unido (UKIP), que concurrió a las pasadas elecciones europeas con un programa anti inmigración.

No es la primera vez que Banksy ve como desaparecen sus obras, es más ya está acostumbrado a los boicots por otros artistas urbanos que le acusan de “vendido”. También más de un equipo de limpieza municipal ha limpiado alguna de sus obras “por error” o por censura. Así en 2008, las autoridades locales del distrito londinense de Westminster pusieron fin a su crítica contra la proliferación de la videovigilancia en el centro de Londres. Dos años más tarde, el alcalde de la ciudad australiana de Melbourne también le confundió con un vulgar grafitero y mandó limpiar una de sus obras. “Tampoco se trataba de la Mona Lisa”, señaló tras reconocer lo que se había cargado.