Kurt Cobain, 20 años de leyenda

Desde pequeño se veía cual era su camino. Con 4 años tocaba el piano y a los 10 era el baterista en un grupo del colegio. Cuando tenía 14 años, su tío Chuck le regaló una guitarra eléctrica y el autodidacta Kurt se dedicó a practicar y a escribir sus propias canciones. Pero lo que él quería era formar un grupo y no parecía fácil, hasta que conoció a Kris Novoselic al que convenció para que le acompañara en su aventura musical.

Bleach, fue el primer disco de Nirvana, lanzado bajo el sello independiente de Seattle Sub Pop, en 1989, con Chad Channing a la batería. Pero su estilo no convencía a Cobain y finalmente Dave Grohl se quedó con las baquetas. Dos años después, el éxito llamaba a su puerta con Nevermind y todo un himno generacional "Smells like teen spirit". El disco alcanzó el top de ventas y la industria empezó a interesarse por el grupo de Kurt Cobain. En 1993 llegaba el polémico In Utero y se grababa el concierto que un año más tarde salía editado en el disco MTV Unplagged New York, calificado como error por el propio Cobain.

Nirvana se convertía en el grupo de la generación X estadounidense, hijos de aquellos que conocieron Vietnam, y entraba a formar parte del denominado Seattle Sound con grupos como Pearl Jam, Mudhoney o Sound Garden. Pero la fama le pesaba. No era su destino. No era un líder de masas y no estaba preparado para ello. "Ojalá hubiese dado clases de cómo ser una estrella del rock, me podría haber preparado para esto", llegó a decir. Se sentía perseguido por los medios y veía que muchos de los que se declaraban fanáticos de la banda no entendían el verdadero significado de sus canciones, lo que le produjo algún que otro enfrentamiento.

- Vida intensa y dolorosa.

Durante su vida, Kurt Cobain tuvo que luchar no solo contra una depresión, sino también contra un dolor crónico en su estómago, quizá la razón de su adicción a la heroína. Pero también tuvo una vida intensa. Se casó con una de las figuras femeninas del rock alternativo de los 90, Courtney Love y fue padre. Su coqueteo con las drogas, le dio más de un susto y, aunque entró en rehabilitación cuando se enteró de su paternidad, su sufrimiento no tenía fin.

En marzo de 1994, después de un concierto en Alemania, fue diagnosticado de bronquitis y laringitis crónica y trasladado a Roma para su tratamiento en compañía de su mujer. Una mañana Courtney descubrió que Kurt había sufrido una sobredosis de champán y psicotrópicos. Tras pasar cinco días ingresado para su recuperación, regresó a Seattle. Su mujer alertó de su intención de suicidarse y del problema de su adicción a las drogas, pidiendo ayuda a familiares y amigos.

El 8 de abril de ese año, aparecía el cadáver del líder de Nirvana. Para quitarse la vida, recurrió a su inseparable heroína, pero fue una escopeta el arma elegida para terminar con ella. Un electricista encontraba el cuerpo. Llevaba tres días muerto. A su lado, clavada con un bolígrafo a una jardinera, una nota manuscrita dirigida a su amigo invisible Boddah, a su mujer y a su pequeña Frances. "Te quiero, te quiero" eran las últimas palabras.

-En el club de los 27

Con su muerte, Kurt Cobain entraba a formar parte de un macabro club: el de los fallecidos a los 27 años, poblada de músicos incapaces de lidiar con la realidad. En ella, nombres como Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin o Jim Morrison. La última, Amy Winehouse.

"La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor" (Kurt Cobain)