30 años sin el poeta cinematográfico, Luis Buñuel

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Luis Buñuel

La Casa Buñuel en México se condicionaba el pasado jueves para convertirse en centro cultural hispanoamericano, además de realizarse talleres, proyecciones y conferencias con el motivo de conmemorar los 30 años (que se cumplirán el próximo 29 de julio de 2013) de la muerte del cineasta vanguardista español Luis Buñuel. Y es que Buñuel vivió durante 36 años en esta casa, se hizo ciudadano mexicano en 1949 y filmó en este país 20 de sus 32 películas. Pero empecemos por el principio y dediquémosle, de paso, una efeméride. 

Los primeros años

Luis Buñuel (1900-1983) vivió su infancia y adolescencia entre Calanda (Teruel) y Zaragoza, época de su vida que le suscitará más tarde “recuerdos medievales”, especialmente los tambores de Calanda en Semana Santa. Será en Zaragoza donde descubra el cine por primera vez, en la sala de cine Farrusini y con la proyección de películas de Max Linder o Georges Méliès, como Viaje a la luna (1902). En 1917 se traslada a Madrid con el propósito de estudiar Ingeniería Agrónoma, pero acabó matriculándose en Filosofía y Letras. En la capital se alojó en la Residencia de Estudiantes hasta 1924, lugar donde conocería y trabaría amistad con Salvador Dalí, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Juan Ramón Jiménez, entre otros y donde se gestaría el surrealismo español que más tarde rebasaría la estela internacional con su ayuda y la de Dalí. Durante estos años alternaba las reuniones con sus nuevos amigos, sus estudios, la poesía y el deporte; fue campeón amateur de boxeo en 1921, sin embargo, con la poesía no obtuvo la misma suerte. Buñuel quería ser escritor e influenciado por las greguerías de Ramón Gómez de la Serna y el surrealismo escribió poemas en los que ya podían observarse imágenes de sus futuras películas, sin embargo, más tarde reconoció que él no tenía madera de literato y abandonó el papel y la pluma para siempre (ni siquiera escribiría él mismo sus memorias). 


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De izquierda a derecha y de arriba abajo: Benjamín Jarnés, 
Humberto Pérez de la Ossa, Luis Buñuel, Rafael Barradas y 
Federico García Lorca, Madrid (1923).

El Buñuel soñador

En 1925 viaja al epicentro del Surrealismo: París. Llega en el momento de los primeros manifiestos, las grandes exposiciones, la poesía automática, la interpretación de los sueños… Buñuel era un gran soñador, los sueños y el surrealismo fueron una actitud ante la vida:

“Si me dijeran: te quedan veinte años de vida, ¿qué te gustaría hacer durante las veinticuatro horas de cada uno de los días que vas a vivir?, yo respondería: dadme dos horas de vida activa y veinte horas de sueños, con la condición de que luego pueda recordarlos; porque el sueño solo existe por el recuerdo que lo acaricia”. 

Los sueños fueron el leitmotiv de muchas de sus películas: “Si la película es demasiado corta, meteré un sueño”, le dijo una vez a un mexicano. Buñuel había llegado a catalogar hasta una quincena de sueños que le habían acompañado durante toda su vida: el miedo escénico, la vuelta al cuartel, su padre, un tren que le abandonaba en el andén, la Virgen María, un beso de Gala (amante y musa de Dalí) con la que Buñuel, paradójicamente, no llegó a congeniar…

Y fueron los sueños y París los que le llevaron a realizar su primer film, con la ayuda económica de su madre: Un perro andaluz (1929), que nació de la confluencia de dos sueños: Buñuel había soñado con una nube que cortaba la luna y una cuchilla de afeitar que rasgaba un ojo; Dalí, por su parte, soñó con una mano llena de hormigas. Con estas dos ideas y un acuerdo común (no dar lugar a ninguna explicación racional) surgió la película más conocida de nuestro cineasta. En las imágenes se comprenderá su faceta poética y su paso por la Residencia de estudiantes. Tras su proyección Dalí y Buñuel fueron admitidos en el grupo surrealista y comenzarían las tertulias diarias en el café “Cyrano” junto a Max Ernst, André Breton, Magritte, Paul Éluard y otros surrealistas. 



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Luis Buñuel. Un perro andaluz (1929)



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Un perro andaluz,1929.



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Jonathan Demme. El silencio 
de los corderos (1990)

Un perro andaluz será la película que más influencia suscite en directores posteriores. Alfred Hitchcock usará la famosa imagen del ojo acuchillado en el apuñalamiento en el ojo que sufre el detective privado de Psicosis (1960) o en Recuerda (1945) con el hombre con unas tijeras cortando un ojo. También vemos referencias semejantes en la mariposa de El silencio de los corderos (1990) de Jonathan Demme o en Terciopelo Azul (1986) de David Lynch, donde emergen hormigas de una oreja. E incluso, como dato curioso, David Bowie puso de fondo el film de Buñuel en alguno de sus conciertos. 


Quería ser director de cine

Un año después empieza a trabajar de nuevo con Dalí para realizar La edad de oro (1930), pero Buñuel acabó escribiendo el guión solo, siendo el motivo principal Gala, ya que según el cineasta aquella mujer cambió radicalmente la personalidad de Dalí y no llegaron a entenderse. La nueva película trataba de l’amour fou surrealista, el deseo entre un hombre y una mujer que nunca puede realizarse. El film se prohibió en Francia porque su proyección provocó altercados de la extrema derecha, quien lanzó bombas a la pantalla y rompió butacas. Su tercera película, Las Hurdes (1933) también fue prohibida porque se consideró deshonrosa para España. 


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Fotografía de rodaje de La edad de oro 
de Luis Buñuel (abajo, centro)

Para entonces Buñuel ya había dirigido su camino profesional hacia el mundo cinematográfico, no obstante, él mismo cuenta en sus memorias que fue con la proyección de Las tres luces (1921) de Fritz Lang cuando comprende que quería ser director de cine. El expresionismo alemán y la vanguardia rusa ejercerán gran influencia sobre su obra, películas como El acorazado Potemkin (1925) de Eisenstein o El último hombre (1924) de Murnau eran de sus preferidas. 

París-Estados Unidos-México

Al iniciar la Guerra Civil española (1936-39) regresa a París, donde trabajó con la propaganda republicana y se encargó de la programación cinematográfica del Pabellón español de la Exposición Universal de París, en la que se exponía el Guernica de Picasso.  Al concluir la guerra se vio obligado al exilio y probó suerte en Hollywood, donde ya había trabajado, pero al no encontrar nuevas oportunidades se fue a Nueva York. Aquí trabaja para el Museo de Arte Moderno (MOMA) en el montaje de documentales de propaganda antinazi, pero tendrá que dimitir por presiones de los conservadores norteamericanos. Irá entonces a Los Ángeles donde conoce a Denise Tual, ésta le pone en contacto con el productor Oscar Dancigers, quien le ofrece mudarse a México para trabajar juntos. 

En México reanuda su carrera profesional después de 14 años y pudo convertirse en el cineasta que hoy conocemos, además de contribuir a la renovación del cine mexicano y a su éxito en Europa. Latinoamérica no le atraía especialmente, pero acabó viviendo el resto de su vida en México, pues fue el único país que le dejó rodar libremente. En 1952 escribía a Rubia Barcia: 

“He llegado a querer a México cuando lo he conocido. Por lo pronto, y comparado con el resto del mundo, se respira un clima de libertad, hay PAZ, y puede uno dedicarse a su trabajo sin amenazas ni represalias porque piense así o asá. ¿No es esto maravilloso?”  

En México trabajó con grandes cineastas del país, realizando películas desde Gran Casino (1947) hasta Simón del desierto (1965), pasando por Los olvidados (1950), Él (1952), Nazarín (1959) o El ángel exterminador (1962). Su cine causó también alborotos en México, con Los olvidados se le quiso expulsar del país, pero hubo quien también le elogió: Octavio Paz dijo que con este film se iniciaba “el segundo y gran periodo creador de Buñuel”, ya que estaba a medio camino entre el bagaje surrealista y la lógica realista. 

“Soy ateo, gracias a Dios”

Buñuel regresaría a Madrid para rodar su nueva y primera película en la España franquista: Viridiana (1961), la cual ganó el premio en el Festival de Cannes, pero supuso igualmente un escándalo, hecho que hizo imposible su continuidad como profesional en España. Viridiana tenía un carácter quijotesco como Nazarín, pero “con faldas”, entre locura y razón, y además representaba la nimiedad de la caridad cristiana ante los problemas sociales. Buñuel siempre se declaró ateo y se vislumbraba claramente en películas como esta: en la parodia de La última cena de Leonardo da Vinci con los mendigos o en la alusión a la Santísima Trinidad a modo de ménage à trois entre Viridiana, su primo y la criada mientras juegan a las cartas en la escena final y el primo termina diciendo: “bien sabía yo que mi prima Viridiana terminaría jugando al tute conmigo”. 


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Luis Buñuel. Viridiana (1961)

En vísperas del 30º aniversario de su muerte podemos concluir (y reconocer) que Buñuel sigue siendo un desconocido para el gran público, ya que nuestro cineasta fue más que Un perro andaluz. No llegando a ser un poeta de papel y pluma, logró ser un poeta cinematográfico a través de la poesía visual de sus imágenes: los primeros planos, las miradas psicológicas de sus personajes, la percepción de los objetos, los finales abiertos… En palabras de Tarkovski “nadie, absolutamente nadie, en este oficio alcanza a Luis Buñuel. Es el supremo cineasta, el creador por excelencia del cine”.



Ciclo Buñuel, 30 años en Cine Doré (C/ Santa Isabel, 3, Madrid)

Para aquellos que quieran conocer mejor el cine de Luis Buñuel y/o disfrutar de él en la gran pantalla y en VOSE, la Filmoteca Española, con motivo del 30º aniversario de su muerte, ha organizado un ciclo dedicado al cineasta (Buñuel, 30 años) y se proyectarán algunas de sus películas más importantes a lo largo de este mes de julio 2013. 

26, viernes a las 18:00: Un perro andaluz (1929) y La edad de oro (1930).

27, sábado a las 20:20: Las Hurdes/Tierra sin pan (1933) y Simón del desierto (1965).

28, domingo a las 19:55: Él (1952).

30, martes a las 18:00: Nazarín (1959) y a las 22:30 (en la Sala de verano): Ese oscuro objeto del deseo (1977). 

31, miércoles a las 22:00: Ese oscuro objeto del deseo (1977). 

Para más información: http://www.mcu.es/cine/MC/FE/CineDore/Programacion.html

      

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