Después numerosas radiografías, de realizarle fotografías mediante infrarrojos y utilizar métodos de microscopia entre otros, el profesor de Bellas Artes de la Universidad de Granda Luis Rodrigo Rodríguez, ha determinado que una pintura que llegó a Córdoba a finales del siglo XIX es obra de Rafael Sanzio.
Para poder determinar la autoría, además de estudiar las técnicas empleadas para determinar si el cuadro era un verdadero rafael, se ha tenido en cuenta otra serie de premisas a la hora de determinar su autoría. Por ejemplo, la utilización de la tiza o el pincel, técnicas habituales empleadas por el pintor renacentista. Otro dato más que apuntaría a la verdadera autoría del pintor italiano vendría dada por la aparición de las letras ‘R’ y ‘U’, que corresponderían a las iniciales de su autor, Raffaello de Urbino.
Esta obra ahora “descubierta” fue un encargo que el camarlengo del Papa Julio II hizo a Rafael en el siglo XVI. Como quedó gratamente satisfecho, decidió encargar una copia de mayores dimensiones, por lo que ésta sería la primera Maddonna de Foligno. La obra destaca por su compacta composición de un paisaje celeste en el que aparece la Virgen con el Niño y otro terrenal donde se sitúan San Juan Bautista, San Francisco de Asís, San Jerónimo, Segismundo de Conti (camarlengo del Papa Julio II) y un querubín en el centro.
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