Artist Anonymous presentan 'Pretty Never'
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Diego Plap |
domingo, 22 de diciembre de 2013, 14:00
Artists Anonymous es un colectivo de tres artistas que viven y operan entre Londres y Berlín. Su filosofía parte de la premisa de que la obra debe preceder al artista. Lo importante son la obra y el proceso de creación, y no el ego del artista. Es por ello que trabajan conjuntamente, incluso a varias manos sobre un mismo lienzo, dejando de lado la noción de artista individual para abogar por la idea de taller, concepto básico hasta el romanticismo que empieza a devaluarse a partir de entonces. Plantean una propuesta artística híbrida, en la que convergen distintas técnicas: fotografía, pintura, vídeo, performance e instalación.
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La galería de arte Cámara Oscura recoge hasta el 28 de febrero en Madrid la segunda exposición individual del colectivo, titulada Pretty Never. Cuarenta y nueve óleos, semejantes a negativos fotográficos, que retratan a una misma mujer, cuyo busto va rotando de un cuadro a otro, de izquierda a derecha, invitando al espectador a la exploración de la ilusión óptica de la imagen. Cuando el individuo cierra los ojos tras la contemplación, la imagen continúa en su imaginario. Es el pretendido efecto llamado after image, elemento recurrente del colectivo. Uno de los miembros del grupo lo explicaba así: "Una imagen en negativo se construye en el ojo del observador. Es un proceso del cuerpo humano: cuando miras una cosa (por ejemplo, el sol) se producen después imágenes en nuestro ojo. Este proceso lo utiliza la fotografía. Además, el negativo en el arte es un proceso muy antiguo: la talla en madera, la matriz para un grabado o las esculturas también se realizan según el proceso de negativo. Otra cosa que nos preocupa es intentar configurar el cuadro no de la forma más realista posible (como la fotografía), sino pintarlo como vemos las cosas en realidad. Percibimos el mundo de forma flexible y en movimiento, la imagen cambia constantemente. No vemos la realidad en perspectiva, por eso no utilizamos la perspectiva en nuestros trabajos, más bien la rompemos" (Revista 'Claves de Arte', 5 junio de 2010).
Estas imágenes son presentadas en diferentes formatos. Por una parte, una película stop-motion de 35 milímetros de veinticuatro fotogramas por segundo, creándose así una cinta de dos segundos más una imagen adicional; por otro lado, la propia selección de los retratos, tanto en óleo como en imágenes lenticulares, que permiten al espectador apreciar la técnica y los materiales empleados e introducirlo de forma completa en la propuesta del colectivo.
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