Concretamente, ayer 17 de julio dio comienzo la tercera edición del Rizoma Fest con un nuevo carácter, el trans. Prefijo utilizado en todas sus formas y variantes y en este particular evento como motivo de transformación. Con un objetivo: el de trascender. Llevar a la cultura por caminos transatlánticos, señalizar ese paseo como la transición que está ocurriendo en la sociedad a todos los niveles. Como bien es sabido, los cambios del mundo se reflejan en el arte. Rizoma tiene la intención de dar plataforma a las novedades, de acoger a todos aquellos atraídos por la vanguardia del momento. Y para ello, la programación del festival se desarrollara en el centro de la capital madrileña, en concreto en la Plaza de España y en la Calle Martín de los Heros. Quieren aportar a estos espacios el dinamismo y la utilidad que ambos merecen, convirtiéndose en el centro de la espiral cultural que se está celebrando desde ayer, 17 de julio, hasta el día 21 del mismo mes.
Y en esta edición número tres, nos encontramos con cabezas de cartel, musicales, como la conocida JD Samson, de espíritu transgresor pero sumisa con su público, lleva una década de trayectoria profesional a sus espaldas. Y el dúo femenino, Telephate, original de Brooklyn. Son solo dos ejemplos de todas las experiencias musicales que el Festival Rizoma pone en bandeja en el centro de Madrid, con un precio más que atractivo.
Sin embargo, cabida especial tiene el género cinematográfico. En esta edición, se proyectarán películas de culto, algunas inéditas en España, como es “Frances Ha” de Noah Baumbach, director de “Una historia de Brooklyn”. Además se estrenarán, con motivo de aspirar al Premio Rizoma 2013 de Distribución, Paradiso, de Omar A. Razzak, Ilusión, de Daniel Castro, Enxaneta, de Alfonso Amador y Cabás, de Pablo Hernando. Incluyendo en la lista de estrenos First Winter, de Benjamin Dickinson y Detropía, de Heidi Ewing. Pero, en ocasiones, el cine llevará de la mano a la música, gracias a documentales como Breath Control: The history of the human beat box, o A film about kids and music: Sant Andreu Jazz Band.
Otras actividades que incluye el Rizoma Fest son talleres como el celebrado ayer, miércoles, Rafafans – Transmutados, taller de collage y exposición en el que los asistentes se sumergieron en la mutación y en la textura de los materiales: “La idea del collage como un fin y no como un medio”. También, se celebrarán conferencias como la programada para hoy día 18 hacia el mediodía, Singular Law – la transformación en la financiación cinematográfica. Además, se realizarán encuentros, coloquios o más talleres al aire libre como juegos de raquetas y picnic, una presentación de moda por los artistas Herida de Gato o talleres de yoga. Toda una programación de lo más variopinta. La intención, no dejar indiferente a nadie.
Este joven pero reconocido festival con abertura transfronteriza, es esperado por muchos gracias a su ya prestigiosa competición por el Premio Rizoma de Distribución de Cine. El talento cinematográfico europeo siempre ha sido conmovedor, aunque no ha obtenido el apoyo que merece. Con dicho premio, el cual este año amplía su carácter internacional, se le quiere dar voto y esperanza a las nuevas obras del cine español, otorgando una plataforma sólida de despegue en el mundo de la industria. El premio consiste en la distribución nacional de la película ganadora, siendo proyectada en los Cines Golem de Madrid, editada en DVD por Cameo Media y distribuida por Filmin, de forma online. Y este año cuentan con un cuarto patrocinador, la distribuidora americana Zeitgeist Films. Es una cuarta mano de gran prestigio y apoyará la introducción en los Estados Unidos la vanguardia cinematográfica y el talento cineasta de Europa. En definitiva, el Premio Rizoma de Distribución de Cine otorga un patrocinio transformador al desarrollo profesional de los cineastas ganadores. Abre las puertas a un público especializado, interesado en un tipo de cine menos convencional. Cine que a menudo se golpea de frente con una cruda realidad, con bandazos y caídas en la industria cinematográfica y, sobre todo ahora, más magullada que nunca económicamente. Carlos Vermut es quien disfruto en 2011, segunda edición del premio, de ser ganador de esta gran ayuda. Participó con su filme Diamond Flash, desde entonces se convirtió en título de culto.
Pero el premio cinematográfico del Festival Rizoma no es el único. Una vez más, haciendo uso del emblemático prefijo –trans, está teniendo lugar en esta III edición el concurso “Transición y Transformación”, donde la fotografía, en concreto la lomografía es la clave. El concurso se cerró el 11 de julio y durante la celebración del 17 al 21 se expondrán las obras de los ganadores. El participante debió centrarse en todo aquello que el considere puro tránsito, algo que esté en transformación. El evento emerge del constante cambio en que se encuentra todo, nuestras vidas como individuos siempre en pleno proceso evolutivo o el mundo en general, eternamente cambiante.
Las entradas se pueden conseguir, ya sean por actividad individual o por kits, desde la página del festival. Aún quedan días para disfrutar de esta garantizada experiencia cultural.
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