Mujeres y Música: Tercera sesión de las Jornadas Musicales en el Colegio Mayor Chaminade
Ayer cuando iba camino de la tercera sesión de estas jornadas diluviaba en
Madrid, la tarde se había cubierto de nubes.
Las segundas Jornadas Musicales que se celebran este año añaden: Tiempos de crisis, más razones que nunca
para apostar por la música. Vivimos tiempos en los que es importante
fomentar la inquietud y la ilusión por la cultura, así empezaba la sesión. Los
encargados de alumbrar el encuentro eran Vicky
Gastelo, Tony Castarnado y Marcela San Martín, responsable de la programación de la Sala Sol de Madrid,
un lugar donde como ella dijo se
aprenden historias que solo están en la calle. Marcela admite que en la
programación de la sala manda la calidad. El género en la música no es una cuestión de
trascendencia sino de porcentaje cuando ojeas una revista o el cartel de un
festival.
Vicky, rockera con garra, cuenta que la música se ve muy diferente desde
dentro y desde fuera, ella se cuestiona la existencia de una sensibilidad
femenina y de una masculina. Algo con lo que Toni y Marcela no parecen estar
muy de acuerdo. ¿Es diferente la
sensibilidad de hombres y mujeres? En el Jazz vocal parece que sí. Aunque
Gastelo ha escuchado comentarios
desafortunados sobre su género prefiere tomarlos solo como eso, no prestarles demasiada atención. Su
experiencia en la música en general no se ha visto afectada por ser mujer sino
por ser humana.
Referentes no faltan: Patti Smith,
Bessie Smith, Amy Winehouse… En el proceso
de creación los iconos son necesarios siempre y cuando no sean asfixiantes. Al principio, Vicky cuenta cómo
empezó en música clásica, intentó poner letra a Chopin, y poco a poco encontró su estilo.
No podía faltar la llegada de internet que ha desplazado la labor de las discográficas en
la creación de grupos, de imágenes. Los proyectos hoy nacen de un modo natural
y son accesibles tal y como los conciben sus impulsores. Todos coincidimos en
eso y algo tendrá que ver en el futuro y en el presente con la música que hacen
las mujeres y con su visibilidad (muchas estaban presentes
ayer).
Por último, era inevitable el agradecimiento a todas las que han abierto camino. El
machismo en la historia de la música no se puede ignorar: el tremendo esfuerzo
que tuvo que hacer Lucinda Williams
para hacerse un sitio en el Country. La sexualidad como juego al que algunos
han jugado, la imagen de mujer seductora de Janis Joplin, a la que por eso mismo se la tacha de fracasada. Una
etiqueta que no se aplica a los músicos hombres que entran en ese juego, como Leyva (aunque jueguen en distintas
ligas) Si estáis en Madrid, todavía estáis a tiempo de asistir a la última
sesión que tendrá lugar el próximo lunes. Cuando salí de allí
eran las 9:30h y había dejado de llover.
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